HOMBRE VIOLA Y HACE COMER HECES DE PERRO A SU NOVIA

• El acusado retuvo a la joven en un piso durante cuatro días bajo amenazas
• La obligó a desnudarse, comer heces de perro y lamer el suelo que él pisaba
• Efe | Valencia 

La fiscal ha solicitado este lunes una condena de 28 años y 9 meses de prisión para un joven acusado de violar, lesionar y atentar contra la integridad moral de su novia, que en el momento de los hechos contaba con 17 años y para la que también se solicita una indemnización de 20.000 euros.

Según el Ministerio Público, en diciembre de 2007 el chico obligó a su pareja a que permaneciera cuatro días sin salir del domicilio de la madre de éste, en Valencia, bajo la amenaza de que si abandonaba el piso le pasaría «algo malo», y durante ese tiempo la forzó sexualmente esgrimiendo un cuchillo.

Ese mismo mes, llevó a su novia a un piso que había alquilado y, allí, la obligó a desnudarse, comer heces de perro y lamer el suelo que él pisaba, a lo que ella accedía por el profundo temor que su agresor le inspiraba.

Además, en febrero de 2008, el procesado la golpeó reiteradamente, la arrojó sobre la cama y la cogió del cuello y la agredió sexualmente de nuevo mientras aseguraba que la apuñalaría si contaba lo que había sucedido.

Acusación tras un biombo

En el juicio, celebrado esta mañana en la Audiencia de Valencia, el procesado ha negado haber cometido los delitos que se le atribuyen mientras que, en su declaración, protegida tras un biombo, su ex novia le ha acusado sin vacilar de haberla pegado, humillado y forzado sexualmente en varias ocasiones.

Para el Ministerio Público, las acusaciones que pesan sobre el joven están suficientemente acreditadas y corresponden a un caso «clarísimo» de violencia machista.

Según ha aseverado la fiscal en sus conclusiones finales, el hombre ejercía sobre su compañera la «violencia suficiente para coartar su libertad», y ha considerado que las agresiones que le infligía contenían un componente vejatorio que «de ningún modo puede quedar impune».

La acusación particular ha sostenido ante el juez que los hechos juzgados constituyen un «caso de libro» de violencia de género y ha señalado que él ejercía tal dominio sobre ella que «hasta hizo cambiar la forma de vestir y la personalidad de la menor».

Informes psicológicos

Ha manifestado en la sala, además, que su cliente «se ha librado de un brutal asesinato» y que, a pesar de que el procesado «parece que no haya roto un plato», los informes técnicos demuestran que sufre episodios violentos y los hechos constatan que el trato que dio a su ex pareja es «vergonzoso».

Por su parte, la defensa ha pedido la absolución del acusado y que, de no ser así, se le condene por una falta de lesiones, mientras que, basándose en los testimonios vertidos hoy en la sala, ha destacado la existencia de una «considerable duda razonable» sobre las acusaciones.

Ha basado su alegato final en las contradicciones y en el «afán incriminatorio» de una joven que «se insinuaba y no rechazaba a su novio» y que con anterioridad fue capaz, según ha afirmado la letrada, de presentar una falsa denuncia de malos tratos contra sus propios padres.

Los progenitores de agresor y víctima también han comparecido ante el juez y, mientras los del primero han negado saber «algo», a pesar de que la madre denunció en una ocasión a su hijo «por un empujón», los padres de ella han descrito al chico como «violento» y han acusado a sus padres de ofrecerles dinero para que la menor retirara la denuncia.